Los mejores discos de 2017 según Chuck Pereda, servidor.-
Ora sí vámanas con la lista más cuchicuchesca, la lista más chihuenhuenchona y más esperada del año: los mejores discos de todo el 2017 según lo poco que sabe su compita Chuck Pedorra. Siempre hay late comers i.e. discos que me llegan un día antes de hacer la lista (y siempre habrá un par que salen DESPUÉS de que armé mi lista)…
Pero (redoble de tambor) éstos son los discos a los que más regresé según fuentes oficiales: Last FM, Spotify básicamente les aplicó un Last FM hace un par de semanas, los viejitos como yo siempre hemos tenido chance de ver qué tanta música escuchamos y, de manera más importante, qué discos son a los que más les puse atención.
Aún así, esta lista la complemento revisando otras listas (XLR8R, RA, Bandcamp, Pitchfork, Decibel, Mixmag, etc) pa’ que no se me vayan a escapar ninguno de los discos que compré, pero no regresé tantas veces a ellos… cosa que me pasa mucho por la cantidad tan absurda de música que compro todas las semanas.
Así pues, acá les va mi top de mejores discos del 2017:
Sheer Mag – Need to Feel your Love.- Sheer Mag es la mejor banda de rock actualmente y háganle como quieran, juntan los mejores elementos de bandas clásicas como T. Rex y les dan un ligerísimo update, además de politizar el mensaje y darle una agenda más cercana a la problemática del Gabacho en 2017. Discazo de cabo a rabo.
Power Trip – Nightmare Logic.- Este año POR FIN le entré al metal y lo hice con ganas, curiosamente pude rescatar las virtudes de Metallica y dejé de odiar tanto al zoquete de Lars (aunque sí me compraría esa t-shirt con la cara de Cliff Burton que dice “It should have been Lars“). Power Trip mezcla los mejores elementos de thrash y hardcore pero además le suma una urgencia que los hace sonar como una aplanadora…
Kedr Livanskyi – Ariadna.- Esta es una de esas joyitas que nadie peló realmente y que es una pena, Kedr está firmada en el sello de Mike Simonetti (2MR) y es una artista de synth pop originaria de Rusia. Su disco es casi perfecto, no les voy a decir que no tiene un par de fallas, pero creo que pocos discos retrataron tan bien el ennui de esta época como Ariadna.
Nadia Struiwigh – Lenticular.- Otra mujer entre los mejores discos del año y, gracias al cielo, no será la única porque hubieron muchos discos fuertísimos por parte de las féminas.Editado por un sello que se caracteriza por sacar muy buen electro contemporáneo, NADA suena como el Lenticular, de verdad es mágico perderte en él porque es otro planeta.
Kelly Lee Owens – Kelly Lee Owens.- Otra chica a la que verán en casi todas las listas de lo mejor del año, otra chica que hace una versión tan personal y única de la música electrónica que, puff, prácticamente se puede decir que está en otra categoría y cuesta trabajo encasillarla en un sólo género. Discazo.
Bicep – Bicep.- Una de las cosas que más gusto me dio del 2017, es que fue el año en que regresaron los breaks. Bicep retoma todos los mejores elementos del rave clásico y los presenta como un masterclass de dance music production para las nuevas generaciones de ravers de verdad.
JASSS – Weightless.- Otra morra que no suena como pinche nadie en el mundo, esta productora española nos entregó uno de los larga duración más característicos y perfectamente formados del año, ningún debut como este.
Call Super – Arpo.- Un salto cuántico en el nivel de producción de alguien que ya era un gran productor. Arpo muy posiblemente sea la joya en la corona de Call Super y sin duda es uno de los mejores discos del año.
Dj Sports – Modern Species.- ¿Se acuerdan que les dije que los breaks estaban de regreso? Otro discototote que retoma muchos de los elementos del IDM, el house y el feeling de la música electrónica noventera, pero los pasa por el filtro de las nuevas generaciones que nacieron con un internet mil veces mejor (y más rápido) que el que me tocó.
RAMZi – Phobiza “Noite” Vol. 2.- Necesitan a RAMZi en sus vidas, nadie hace downtempo como ella. Hay algo en la manera en que construye sus beats que los hace sonar como si estuvieran rotos, pero que además me hacen sentir como si estuviera pachequísimo a pesar de que llevo más de diez años sin atizarme…