Omar S es uno de varias figuras importantísimas dentro de la escena de Detroit misma que, junto a la de Chicago, fue instrumental en el desarrollo de la música electrónica norteamericana. Entre ambas ciudades inventaron house y techno y, si bien la versión del techno de detroit era más un desarrollo sobre el sonido housero y no tanto el monstruo que es el techno alemán (muy posiblemente el sonido que todos entienden por techno,) sin duda es la primer mecca del género y sigue siendo muy relevante gracias al trabajo de sellos y personajes tan dedicados como FXHE y Omar S.
FXHE y Omar S son indivisibles, sí tiene otros firmados que son casi tan importantes como él, pero la verdadera estrella siempre ha sido (y será) él. Un personaje peculiar como pocos, con un ethos independiente que se nota en que todo corre a cargo de él y un equipo muy pequeño y no tan profesional de gente (yo pedí informes sobre el segundo mix y sigo esperando respuesta, lo compré mejor en Amazon) sin que se les note esa necesidad de figurar tan de osito mil de Richie Hawtin, por poner un ejemplo relevante por aquello de que el canadiense justo empezó con sus fiestas en Detroit. S y su pandilla siempre han estado ahí, siempre han sido importantes y, salvo algunos pequeños descalabros, siempre han sido muy reverenciados por los cognoscenti de la electrónica.
Entre sus desfiguros está el Fabric de Omar, uno de esos raros casos (como el de Ricardo Villalobos) en los que el mix consistía solamente en material propio de S y… Digamos que no estaba espectacularmente mezclado, vaya que me siento fatal en decir esto porque yo mismo doy de caballazos a veces, pero es un Fabric y los estándares de calidad son muy altos. Eso sí, el material (como casi todo lo que edita Omar S) era increíble. Quizá es por eso que no estaba tan animado a comprarme el primer CD de esta serie que, si le hacemos caso a los comunicados un tanto crípticos y no siempre tan confiables de FXHE, puede o no consistir de tres volúmenes. Para mi sorpresa, el primer volumen estaba mejor mezclado que su Fabric y era una bonita manera de tener algunos highlights del catálogo de este sello que es medio caro de conseguir para los coleccionistas porque todo está en vinilo y es más fácil comprarlo en Europa que en Estados Unidos (y en Discogs cuesta muchísimo por culpa de los malditos revendedores que lo agotan en segundos para luego ponerle precios exorbitantes)
El primer volumen es un muestrario del sello mezclado por Omar S y el segundo es, como su Fabric, puro material del geniecillo de Detroit que mezcló, según dicen en una “sesión de puros vinilos muy entrada la noche.” Yeah, right, no sé por qué no me imagino a S echándose una sesión de vinilos “muy entrada la noche,” pero cuando la música es tan buena, da igual si se lo mezcló su sobrina de 16 años y además me choca fungir como “policía de la mezcla” porque yo mismo defiendo a muerte el derecho de los deejays a no mezclar impecablemente, vamos, cuando pasa es increíble, pero lo importante SIEMPRE va a ser la SELECCIÓN y no tanto qué tan pinches bien pones discos.
En fin, entre las dos sesiones se está formando (si es que sale un tercer volumen) una bonita colección con mucho material que muestra que todavía hay vida en una de las ciudades que alberga a muchos de los meros pesos pesados de la escena no-EDM gringa: Carl Craig, los Belleville Three, Kenny Larkin, Anthony “Shake” Shakir, Moodymann, Robert Hood, Jeff Mills, Drexciya y Rolando. Cualquiera que se pueda poner al tú por tú con semejantes vacas sagradas, está “ok” en mi libro y FXHE con todo y su dueño se han ganado su lugar a punta de trabajo duro y excelentes lanzamientos que, muy a la manera del City 2 City de Dj Deep, ilustran a la perfección el camino de ida y vuelta de Detroit a Chicago y, por lo mismo, la poca distancia que hay entre el techno y el house cuando hay una pista de baile a la que hay que incendiar.
