5 discos para entrarle a Coil sin Yolanda.-
Pocas cosas me han costado tanto trabajo como que Coil sea un issue en mis redes sociales, les vale chingos de toneladas de camote y debo de admitir que me arde cabrón.
También tendría que ser muy honesto y admitir que en su momento me costó mucho trabajo entrarle, creo que fue un artículo de JD Twitch para la Fact Mag el que me hizo plantearme seriamente entrarle al catálogo de este proyecto.
El tema con todo Coil es que es un pedo conseguir sus discos, ahora cada vez menos gracias al puñado de relanzamientos que han estado saliendo poco a poquito (The New Backwards, Backwards, The Ape of Naples, Time Machines, e incluso el polémico Horse Rotorvator (polémico porque el sello nunca le pagó a Coil sus derechos)).
Para su suerte, todos están en YouTube, así que sólo me daré a la tarea de compartirles algunos de los que su humilde servidor considera son los básicos a entrarle de la discografía de este singular proyecto inglés. Por cierto, este artículo va con todo mi cariño para Diego Chacón, neófito de Coil.
Horse Rotorvator.- Uno de los discos de más difícil escucha que tengo, pero sin duda uno de los más recompensantes y el digno antecesor espiritual del Love’s Secret Domain.
Love’s Secret Domain & Love’s Secret Demise.- Difícil de escoger cuál de los dos es más interesante, pero sin duda el LP original (el primero en este inciso) es uno de los primeros puntos para entrarle a esta banda. El Secret Demise es más para coleccionista gordito que tiene todos los discos en todas sus versiones.
Backwards & The New Backwards.- Nunca he entendido muy bien cómo estuvo el pleito entre NIN y Coil, pero Coil nunca pudo utilizar las sesiones grabadas en el estudio de Trent Reznor (también los remixes del dúo al Downward Spiral apenas salieron hace no mucho), esta es la razón por la que el lanzamiento oficial fue The New Backwards y apenas hace dos años salió la versión más cercana a lo que fue grabado por allá de 1992.
Musick to Play in the Dark (1 y 2, pero más el 1).- Para muchos la joya en la corona de Balance y Sleazy, yo estaré eternamente indeciso sobre si meter The Aple of Naples en vez de este en la presente lista, pero sin duda es uno de sus discos más importantes.
Time Machines – Time Machines.- Este se los he recetado hasta en la sopa, pero es una chingonería si bien empezó siendo un proyecto de Drew McDowall y no tanto de Sleazy y John Balance. Este es el más reciente en ser re-editado por los especialistas en industrial Dais Records.