Los asesinos seriales más orates que conozco.-
Nunca he sabido bien por qué, pero siempre me han gustado los crímenes reales e incluso fui al museo de la policía (que está hecho con tres pesos) a ver la exhibición sobre asesinos seriales… si han ido, saben que es equivalente a ir a ver a tu equipo jugar un partido de futbol llanero.
Pero me parecen increíbles, hay algo de la mente de un asesino que siempre nos va a sorprender a los que no andamos por el mundo matando a la peña. Sí siento pinche que mi fascinación con el tema en cierta medida implica una falta de respeto a las víctimas, pero pues qué le hago, me súper encanta escuchar podcasts sobre asesinos, cultos, masacres y este tipo de mamadas.
En fin, acá les va un pequeño top de asesinos seriales que no son tan famosos como John Wayne Gacy, Ted Bundy o Jeffrey Dahmer, pero que están mil veces más enfermos porque cometieron ya sea peores crímenes, mataron mucha más gente o simple y llanamente estaban más orates.
Dennis Rader “The BTK Killer”.- Este güey sí estaba BIEN PINCHE LOCO, tenía tal capacidad de disasociar su vida como asesino de su día a día, que incluso llegó a tener puestos como guía de los boy scouts, presidente del consejo de su iglesia luterana, también era atrapa perros y una suerte de policía civil de su colonia en adición a trabajar instalando el sistema de seguridad ADT en casas. Tiene 10 asesinatos en su haber, pero su especialidad viene implícita en su nombre “Bound, Torture, Kill”: amarraba a sus víctimas, los torturaba para después asesinarlos. Todo esto lo sabemos porque él mismo mandaba cartas a la policía con esta firma detallando sus crímenes.
Durante diez años dejó de operar como asesino, regresó a mediados de los 80 y su última víctima fue en 1991. Se lo pudo atrapar por su afición de mandar cosas a la policía, el vato se apendejó durísimo y les preguntó que si les mandaba un floppy disk habría chance de rastrearlo a lo que los policías obviamente dijeron que no; hasta donde tengo entendido, en este disco vienen todos los detalles de sus asesinatos. Ver a Rader contestar durante su juicio es una de las cosas que más miedo me ha dado en toda la vida: no hay una sola reacción, podría estar leyendo los ingredientes de un caja de cereal…
Es del único que les pongo un documental, porque la neta es el único documental que se ve bien (los otros parecen grabados de un VHS todo puteado).
David Parker Ray.- También conocido como el Toy Box Killer porque tenía un cajón de tráiler adaptado para torturar sexualmente a sus víctimas (con ayuda de su novia, su hija y una pandilla de amigos) completo con una mesa ginecológica, material quirúrgico, un libro que él mismo hizo con instrucciones súper específicas sobre cómo tratar a sus víctimas para poder romper sus voluntades, cassettes grabados específicamente para que las víctimas oyeran y horas y horas de videos de tortura hechos en este tráiler.
No hay una cifra exacta porque nunca se encontraron los cuerpos de sus víctimas (hay un lago enorme en el pueblo donde Parker vivía, Elephant Butte), pero se sospecha que Ray torturó y mató entre 48 y 60 mujeres. Solamente lo atraparon porque una de sus víctimas logró escaparse y se le pudo procesar legalmente porque un par de mujeres con amnesia (no mataba a todas sus víctimas, a algunas las liberaba tras provocarles amnesia mediante drogas bien duras) recordaron episodios de tortura que originalmente pensaban eran pesadillas. El caso es TAN fuerte, que una de las chicas que ayudó a recolectar toda la información que estaba en los videos y libros de la “caja de juguetes” se terminó por suicidar.
Charlie Cullen “El buen enfermero”.- Los ángeles de la muerte son un problema real de casi todos los sistemas de salud del mundo, en su gran mayoría son enfermeras que asesinan a sus pacientes para “liberarlos” del dolor que los aqueja. Es por eso que Charlie Cullen es una rareza, para empezar es vato y luego… pus no los mataba por otra razón que no fuera que estaba aburrido, asesinarlos lo proveía con un putazo de adrenalina que él mismo decía lo sacaba del sopor que constituía su vida cotidiana.
Cullen confesó a 44 asesinatos, pero se sospecha que bien puede ser el asesino serial más prolífico de Estados Unidos, llegando a la escandalosísima cifra de 400 asesinatos. Sin embargo, lo más creepy de la historia del “buen enfermero” es que muchos hospitales cacharon que Cullen estaba matando pacientes a lo pendejo y lo único que hicieron fue correrlo con recomendaciones, no vaya a ser que los demandaran, este vato no duraba más de un par de semanas sin trabajo y regresaba súper contento a matar gente. Hay un GRAN libro al respecto: The Good Nurse de Charles Graeber.
Elizabeth Bathory “La condesa sangrienta”.- Ya que leyeron sobre el que posiblemente sea el asesino serial más prolífico de los Estados Unidos, ahora le toca el turno a la asesina que más muertes tiene en su haber: la condesa Elizabeth Bathory. En algún momento de su juicio llegó a estar acusada de matar a 650 mujeres jóvenes, pero esto es una exageración, aún así se estima que los sirvientes del castillo se deshicieron de 150 a 200 cuerpos.
Lo más sensacionalista de todo el asunto, es que la condesa estaba bien piraguas y se bañaba en la sangre de sus víctimas porque pensaba que esto la iba a mantener joven para siempre, también hay rumores de canibalismo y lo que es un hecho es que entre ella y cuatro de sus damas, gustaban de torturar a las campesinas del pueblo aledaño a su castillo, mismas que eran atraídas con promesas de un empleo. Eventualmente, se acabaron a las hijas del pueblo (es real) y fue entonces que empezó a robarse a las hijas de otros nobles… claro, esto no le funcionó tan bien y la nobleza logró que el rey de Hungría metiera manos en el asunto. A tres de sus cómplices se las condenó a muerte, pero ella fue encerrada en una torre de su propio castillo donde murió 4 años más tarde.
